MIXomatosis

viernes, 18 de julio de 2008

Sarah Bartmann

Análisis del discurso



Sarah Bartmann, mujer bosquimana (Sur África), fue exhibida en Francia e Inglaterra entre 1810 y 1815. Este ensayo intenta hacer referencia al discurso racial en el caso de Bartmann aplicando la perspectiva del análisis del discurso.

El discurso que se crea en torno a la figura de Sarah Bartmann se estructurará en diversos temas, tales como la formación discursiva (discurso científico de la raza), colonialismo, poder/saber, sujeto, cuerpo, además de otras temáticas que se irán desarrollando a lo largo del ensayo.

Las exhibiciones que se hicieron del cuerpo de Bartmann hablan de cómo se entendía el mundo en aquella época y el supuesto conocimiento que se tenía sobre sus individuos. Esta manera de pensar y este tipo de conocimiento sobre el mundo aparecen como forma de conducta en contextos tales como las instituciones de esa sociedad. El discurso que gira en torno a las razas en aquella época, no solo se traduce en los sistemas de dominación sino en aquel poder que quiere adueñarse de su objeto de estudio. Los significados y el estilo que se generan a favor de este discurso se apoyan en una estrategia colonialista pues el énfasis institucional, administrativo y político corrobora la importancia de dominar una región que supuestamente carece de una serie de valores y creencias “verdaderas”. Este conjunto de prácticas discursivas las podemos enmarcar en un contexto concreto. Con ello podemos decir que hay un cambio en los valores de una determinada sociedad. Se generan unas determinadas formas de ver, de hablar, sustentas en un conjunto de prácticas (exhibición de Bartmann, reportajes fotográficos, etc.) que sirven de soporte. Así pues, no solo se trata de un nuevo descubrimiento sobre el ser humano, sino de un nuevo “régimen” en el discurso y en el saber. De esta forma la modificación en las reglas de la formación de enunciados es aceptada como científicamente verdadera.

El colonialismo no solo tiene consecuencias económicas y sociales sino psicológicas. El colonizado interioriza su posición inferior frente a los blancos y cree que tiene que estar subordinado a estos. Esta perspectiva nos lleva a hablar de las relaciones entre el poder y el saber. El saber esta relacionado con el poder que lleva a aplicar la regulación de la conducta social; los colonos poseen el “saber” y por lo tanto el poder. Esta situación produce sujetos oprimidos con actitudes esclavizadas y desiguales.

En el siglo XIX en el marco de un discurso racista, los negros son disciplinados para que piensen y actúen de determinada manera. Así pues y según lo que afirma Foucault los sujetos humanos son producidos en el discurso, actuando dentro de los límites de la espíteme, de la formación discursiva, del régimen de verdad de un periodo y cultura concretos. La idea de sujeto, de individuo se crea en un periodo moderno. Gracias a ello se permite e intenta clasificar a los seres humanos. La idea de la normalización y la regularización de la facultad de las personas crea la diferenciación entre el ser humano “normal” y el negro, homosexual, criminal o todo aquel que se sale de la norma.

La verdad siempre está relacionada con poder. Cada sociedad tiene unos regímenes de verdad, hay ciertos discursos que funcionan como verdaderos y otros que no. Esta verdad está apoyada en bases institucionales que son corroboradas por la ciencia, por ejemplo.
Los estudios que se hace en torno a la raza negra afirman una serie de diferencias con respecto a los blancos que se convierten en "verdaderas" y que sustentan la manera de actuar frente a estas comunidades.

La biología, por ejemplo, con un sustento en su argumentación científica, histórica y etnológica se basa en un sistema totalitario de representación, en la que "lo que ve el ojo" es aquello que existe. Utiliza como apoyo de ello fotografías y dibujos que permiten juzgar y captar. Hay que decir que la exhibición de Bartmann se enmarca en la disciplina de la historia natural, que se centra en las supuestas anomalías de ella, dadas las diferencias fisonómicas y fisiológicas de su cuerpo con relación a la de un europeo blanco. Esta comparación la convierte (hecho no común en un determinado contexto) en "un ser primitivo y una manifestación de la estirpe humana menos desarrollada". ¿Estas conclusiones por parte del hombre blanco científico afirman intrínsicamente el tópico de que a todo aquello desconocido se le teme?

Como se comentó anteriormente, la representación de los individuos o cosas se hacía o bien con dibujos o bien con fotografías (invento del siglo XIX). La fotografía se convirtió en parte fundamental para el desarrollo científico y para la regulación del Estado. La fotografía no solo se utilizó en el campo social para determinar la criminalidad de los individuos sino en las ciencias sociales para determinar las diferencias visuales entre lo normal y lo anormal. Así pues, la imagen fotográfica recrea la idea de verdad pues es utilizada por la ciencia y por otras entidades para su desarrollo.

La exposición realizada por el CCCB titulada “Apartheid” muestra en una determinada instalación a Barbie Bartmann-Homecoming Queen. El autor de esta obra llamado Ward comenta: “He tratado de delinear una analogía entre las experiencias de vida de Sara Baartman, los acontecimientos que sucedieron cuando murió en 1818 y las vidas contemporáneas de muchos sudafricanos. Así como el colonialismo comercializó a Sara Baartman y la puso entonces en un escaparate, la gente hoy en día se comercializa, empaqueta sus historias y transforma su cultura en baratijas susceptibles de ser objeto de compraventa. Las muñecas representan una mezcla de clase, religión, afiliación política y diferencias de vocación, entre otras. Los nombres o títulos de cada muñeca añaden otra faceta a lo que sugieren sus apariencias. De este modo, espero inducir al espectador a cuestionarse las ideas preconcebidas y esenciales sobre la gente y la comunidad, asunciones a las cuales llegamos con frecuencia de manera simplista e inconsciente.”

El estudio de un tema como el discurso racista no solo se ha de enmarcar en un tiempo pasado. Actualmente la sociedad está cargada de clichés, estereotipos y prejuicios en torno a los negros. Esto es un potente instrumento para justificar y mantener las desigualdades más arbitrarias. La veracidad que actualmente se le sigue dando tanto a la ciencia como a los instrumentos empleados por ella tales como la fotografía determinan el nivel tan alto de sumisión a los medios.

BIBLIOGRAFÍA:

- FOUCAULT, M (1999) “Verdad y poder” A julia y Fernando ALVAREZ (eds) Estrategias de poder. Barcelona: Paidos.

- SMITH, Shawn Michelle (1999) “ Phographing the “American Negro” Nation, Race and Phography in Paris Exposition of 1990” En lisa BLOOM (comp)

domingo, 13 de julio de 2008

El portero de noche / The night porter. Liliana Cavani



“ Il portiere di notte”


En esta ocasión pretendo analizar someramente temas tales como el carácter masoquista, el cuerpo erótico relacionado con la política, la mirada pasiva/activa y el fetichismo en el cine. Los temas anteriormente enunciados se han escogido según las dinámicas sexuales, eróticas, de placer y control que se pueden destacar en el largometraje de Liliana Cavani “El portero de noche” (1973).

El masoquismo en dicha película es latente en la relación entre los dos protagonistas. Tanto Lucía (Charlotte Rampling) como Max (Dirk Bogarde) establecen el carácter masoquista del goce en tanto que él, ex combatiente en el bando nazi, está capturado por el deseo que le produce estar cerca de ella, a veces en posición de esclavo, traicionando de esta forma su ideología política. A su vez, Lucía, judía retenida y humillada por Max durante el periodo de guerra, adquiere una posición masoquista al querer establecer una relación con él después de lo acontecido. Según el psicoanálisis la práctica de ambos personajes se puede situar en un masoquismo que conlleva el placer de la esclavitud. La erogenización que se indica, en un gusto por la sumisión y la autoridad, tiene como ejemplo el lenguaje amoroso por parte de Max, siendo figura tanto del dominio como del sometimiento. No hay un amo, no hay un carácter dominante en el sexo pues ambos son presas y cazadores.

La práctica de estos dos personajes, como se puede ver a lo largo de la película, no sólo es de carácter masoquista sino también sádico, sin dejar a un lado cuestiones sado voyerísticas. Es el caso en el que Max subyuga y somete a Lucía filmándola desnuda cuando los retenidos están en un recinto determinado. Otras actitudes sádicas se reflejan en el tiroteo que ejerce sobre ella en determinado momento del film o cuando la ata con cadenas para que no pueda escapar de su casa. La personalidad sádica de Lucía se evidencia cuando ella, por voluntad propia, decide dejar a su marido y su entorno social para encerrarse en casa de Max. En este punto del film se aprecia la evolución de ambos personajes ya que las dos figuras, dominante/dominado, se contaminan mutuamente. Así pues, se ve el dominio de ella frente a la situación pues implícitamente hace que él se niegue a sí, alejándose de sus compañeros nazis y dejando su trabajo como portero del hotel. De esta manera, se denota el placer en el cambio de papel del victimario (él) pues hay una identificación con la situación de la victima (ella). Con ello se puede señalar una visión liberadora del sadismo de él en el hecho de que le supone una pérdida del control sobre la situación. Por lo tanto, podemos decir que hay un sádico en la posición masoquista. Según Susana Bercovich “La historia parece indicar que el irreductible en lo sexual no es ni el horror a la castración ni el horror a la feminización, sino la pasividad del hombre”.

“El placer es dominante y la sumisión y pasividad resulta inadmisible” (Susana Bercovich). Considerando esto podemos hablar del factor erótico en la política. El erotismo se puede extender a un orden social; hay un placer en el control y en el dominio sobre otro y este placer es erótico. Un ejemplo de ello en el film, es la escena en la que Lucía, durante el reclutamiento, protagoniza un baile erótico con emblemas fálicos tales como un gorro militar, los guantes y tirantes, lo cual simboliza el carácter falocéntrico de la autoridad excitante, la valoración del ejercicio del poder. Es curioso ver como en el trabajo de edición del film, después de este espectáculo, Max le lleva una caja de regalo con una cabeza de un reclutado que supuestamente la molestaba. Así pues, la sucesión de escenas puede estar ironizando el gusto por el poder y la violencia, además de demostrar la inseguridad de él frente al ejercicio de poder que ella posee en esos momentos. Foucault afirma que el poder es un terreno estratégico allí donde tiene lugar una relación desigual entre el poderoso y el que no tiene poder “donde hay poder, hay resistencia. (…) De hecho el poder produce: produce realidad: produce campos de objetos y rituales de verdad”. La protagonista, al interiorizar una actitud de poder frente a la situación (pues no sólo hace parte de su personalidad sino que en determinadas situaciones él se sitúa en un nivel de pasividad), ejerce el poder sobre ella misma e implícita o explícitamente sobre él. Tomando la escena del baile como ejemplo, se puede hacer una lectura posicionada en base a la teoría Queer que, además de tratar otros muchos aspectos de la sexualidad, hace hincapié en el hecho de que por medio de una experiencia se puede ir más allá de las determinaciones culturales que prefija la política. Lucía haciendo uso de la simbologías fálicas, subvierte los roles míticos de género.

A pesar de los abusos ejercidos por parte de Max contra Lucía, siempre nos queda la duda de en qué medida ella sexualizaba la autoridad de él y lo inducía a determinados actos de violencia. Esta reflexión surge dada la decisión voluntaria de ella de establecer una relación con su opresor, años después. ¿Hasta qué punto ella ejerce conciente o inconcientemente sus acciones frente a él? Y en el caso del opresor, ¿se enamora y ama a Lucía por la liberación que ello puede suponerle el romper las barreras políticas del opresor/oprimido?

Toda esta serie de cuestiones y muchas otras pueden plantearse viendo una película como “Portero de noche”. En mi opinión no tenemos porque identificarnos exclusivamente con uno u otro personaje, quizá todos tenemos ciertos componentes de uno y de otro. Esta similitud se puede enmarcar en entornos y relaciones bastante diferentes pero con dinámicas propias del sadomasoquismo, el fetichismo y las influencias sobre nuestros gustos sexuales y políticos.

La dificultad de trabajar un ensayo como éste es debida a la identificación personaje-espectador con la complejidad psicológica de los protagonistas ya que nos puede poner en una situación dramática. Esta sensación deriva de nuestra propia conducta que en determinados momentos puede resultar destructiva, y que en esta película se lleva al límite resultando cruda para su audiencia.

El documental “Filmar el deseo” de Marie Mandy retrata de una forma interesante lo que han hecho algunas de las directoras en la historia del cine. Es interesante ver como, dentro del lenguaje cinematográfico, Mandy se encarga de hacer una edición de conceptos y pensamientos excluyentes durante todo el film: ya no sólo hablo de la importancia que le da a determinadas personalidades femeninas del cine y a otras no, sino que utiliza el mismo recurso masculino de excluir al género contrario, olvidándose de grandes directores hombres que han ofrecido un retrato complejo de la feminidad (Ingmar Bergman, George Cukor, Douglas Sirk, Josef Von Sternberg, Fassbinder o John Cassavetes).

BIBLIOGRAFÍA:

- Mulvey, Laura. (1988) “Placer visual y cine narrativo” Valencia.

- STOREY, Jhon (2002) Estructuralismo y postestructuralismo. “Teoría cultural y cultura popular”. Barcelona: Ocaedro.

- Bercovich, Susana. “La dicha en la esclavitud”. www.mecayoelveinte.com

- de Lauretis, Teresa. (1992) “Alicia ya no: Feminismo, semiótica, cine”. Cátedra. (1ª ed.1884)

Paso 2. Es - 2 cultura /sculture

R - cabeza. Impresiones.


"R - CABEZA. IMPRESIONES."


Óleo sobre lienzo

116 x 89

Exhalar / to exhale.



"EXHALAR"


Óleo sobre lienzo

130 X 97

Disponible para el siguiente/ available for the next one


"DISPONIBLE PARA EL SIGUIENTE"

Óleo sobre lienzo,
116 x 89







"No querría tener que entrar yo mismo en el orden azaroso del discurso, no querría tener relación con cuanto hay en él de tajante y decisivo: querría que me rodeara como una transparencia apacible, profunda, indefinidamente abierta, en la que otros responderían a mi espera, y de la que brotarían las verdades, una a una: yo no tendría más que dejarme arrastrar, en él y por él, como algo abandonado, flotante y dichoso”.
El orden del discurso Michel Foucault.

Figura 2 / figure 2.

"FIGURA 2" Óleo sobre lienzo. 116 x 50

Figura 1 / figure 1



"FIGURA 1"

Óleo sobre lienzo

116 x 89



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2 pasos / 2 steps. "Objeto" / object


"OBJETO"

Óleo y acrílico sobre lienzo

92 x 63

"Sujeto". 1 paso/ 1 step. Pintura/ painting



"SUJETO"


Acrílico sobre lienzo
92 X 63

Escultura/sculpture. 1 paso. 1 step.

El espacio interno, externo. Material utilizado: tizas



1 paso/ 1 step

Dibujos realizados primer año de bellas artes 2006