MIXomatosis

viernes, 8 de mayo de 2009

En la mitad

/Imagen en realización/

Recuesto la cabeza, la sangre corre con rapidez, las sienes palpitan, un silbido, un millón de sustancias se estrellan contra la piel. Parece que quieren salir.

Cierro los ojos, entro en una habitación. En una de las puerta hay un cartel que pone “sueños” justo en frente otra con la palabra “vigilia”. Poco a poco los músculos van desmembrándose, estoy en mitad del recinto. Veo unas piernas con botas de pescador, saltan y chocan contra un charco lleno de agua. Mi cuerpo se sacude, salgo por la puerta de la vigilia, entonces abro los ojos.

Poco a poco vuelve el sopor, otra vez me encuentro en mitad de la habitación, a cada lado siguen las puertas. Veo un bebé con heridas en la piel, son profundas, hace poco han acabado de sangrar.

Se entrelaza con la anterior imagen una nueva, aparece un largo pelo del color del trigo movido por el aire, el pelo desborda líneas de humo. Presiento que estoy dentro de alguna de las dos habitación, a muchas horas por ahora, del otro extremo de la puerta.

Nia